El
siguiente comentario tiene por objeto analizar el contenido jurídico procesal
de la película estadounidense “Algunos Hombres Buenos” de 1992 dirigida por Rob
Reiner. Hay que apuntar ya desde el inicio que el examen de las figuras
jurídico procesales se realizará partiendo de los conocimientos que el alumno
de Derecho ha adquirido de la jurisdicción española, por lo que es probable que
ciertas figuras no se correspondan del todo con la realidad que trata de
plasmar la película que se basa en el funcionamiento de la jurisdicción
estadounidense.
En primer lugar, es preciso analizar el tipo de
jurisdicción que se ejerce en la película y sus notas más características. Pues
bien, el film gira en torno a un proceso militar que tiene como partes a los EE.UU.
de América y a dos marines que según la acusación han matado a un compañero. En
cuanto a la regulación de la jurisdicción militar, hay que acudir en primer
lugar al art. 117.5 CE que dice así: “El principio de unidad
jurisdiccional es la base de la organización y funcionamiento de los
Tribunales. La Ley regulará
el ejercicio de la jurisdicción militar en el ámbito estrictamente castrense y
en los supuestos de estado de sitio, de acuerdo con los principios de la
Constitución.”
Este precepto junto con el art. 3.1 LOPJ establece
el principio de unión de la jurisdicción como
un único poder encomendado a unos órganos concretos que están sometidos
al mismo estatuto jurídico. Sin embargo, dichos artículos prevén que
excepcionalmente pueden haber otros órganos a los cuales la Constitución
Española pueda reconocer igualmente potestades jurisdiccionales, pero sin
llegar a formar parte del Poder Judicial.
Precisamente, entre los órganos que no pertenecen al
Poder Judicial se encuentran los Tribunales Militares que son órganos
jurisdiccionales especiales en virtud del ya mencionado art. 117.5 CE que
limita sus competencias al ámbito estrictamente castrense[1]
y a los supuestos de estado de sitio (arts. 3.2 y 9.2 LOPJ), aplicando por
tanto los delitos militares del Código Penal Militar 13/1985 de 9 de diciembre.
En relación a estas cuestiones, el art. 1 LO de la Jurisdicción Militar no debe
llevar a equívoco cuando declara que la jurisdicción militar es integrante del
Poder Judicial, ya que hay que volver a recalcar que se trata de una
jurisdicción especial que supone una excepción al principio de unidad jurisdiccional[2].
Su regulación se encuentra en la LO 4/1987 de 15 de
julio, de la Competencia y Organización de la Jurisdicción Militar, desarrollada
por las Leyes 6/1988 de 5 de abril y 9/1988 de 21 de abril. Además, la Ley
Procesal Militar 2/1989 de 13 de abril.
A los tribunales militares se les aplican los
principios constitucionales, principalmente el relativo a la independencia, y se
encuentran integrados en la Sala V del Tribunal Supremo a cuyos magistrados se
les aplica el mismo estatuto jurídico que al resto de miembros del TS.
En segundo lugar, resulta interesante analizar los principios
y notas del Poder Judicial que entran en juego enumerando las escenas más
significativas al respecto. Concretamente, la escena en la que Kaffee juega al béisbol y habla con
otro abogado nos hace recordar que en el proceso penal español las partes no
pueden disponer, sino que es el Juez quien decide durante el proceso. En
España, en el proceso penal se discute con el Fiscal mediante el instrumento de
la conformidad que consiste en que si hay conformidad y se llega a un acuerdo,
no se llega a acusar evitando el inicio del proceso. Esta estructura llamada proviene
de llamado plea bargain del Derecho
norteamericano.
Otra característica del proceso americano es que las
partes tienen la obligación de transmitirse la nueva información que obtengan
en relación al caso. Y en relación con ello hay que denotar así mismo que en
este proceso no hay igualdad entre las partes. El Fiscal Jack
Ross conoce más
datos que Kaffee (ej. orden de que los marines que no tocaran a Santiago) y
estos personajes intercambian dichos datos de forma controlada para beneficiarse
mutuamente con el objetivo de llegar a un acuerdo justo.
Además, en torno a la figura del Fiscal cabría
cuestionar su objetividad dado que éste oculta información oficial (ej. sabe
que se ha aplicado el código rojo) y que tiene margen de decisión (ej. a la
hora de pedir una condena concreta de más o menos años de prisión) con tal de
que se perturbe lo menos posible el prestigio del Ejército. El Ministerio
Fiscal debería respetar el interés general del Estado y sin embargo se observa
que depende del Gobierno porque no vela únicamente por los intereses del marine
fallecido, sino también por los intereses de los propios miembros del Gobierno.
Esta dependencia jerárquica del Ministerio Fiscal con respecto a los
integrantes del Gobierno implica la vulneración de principios constitucionales
como el de legalidad ya que el Fiscal en teoría debe regirse únicamente por la
Ley.
Por último, en la película se hace palpable la
distinción existente entre verdad formal y material. Y es que si los abogados negocian
entre sí y llegan a un acuerdo, finalmente se conocerá la verdad formal pero no
la material del caso. La verdad sobre lo que pasó realmente es importante, pero
el espíritu práctico basado en la premisa de “alegar únicamente lo que se puede
demostrar en la práctica” también es válido a la hora de defender a un cliente.
Por lo tanto, es posible entender el espíritu inicial de Kaffee que se centra
en llegar a un acuerdo para conseguir la condena menos perjudicial para sus
clientes sin incurrir en el riesgo de defender su inocencia a ultranza
careciendo de medios de prueba para demostrar la verdad material.
En tercer lugar, es preciso examinar la concepción de
justicia que resulta del film y que es defendida por cada uno de los
principales sujetos que intervienen. La posición del Fiscal ya ha sido expuesta
arriba. En cambio, en el grupo de los militares destaca por un lado el Comandante
Nathan R. Jessep (Jack Nicholson). Su lema es que hay que tomarse en serio la responsabilidad de salvar
vidas y no tolera que ninguno de los militares de rango inferior se salte la
cadena de mando, ya que para él la jerarquía es sagrada. Es por ello que no
tiene ningún reparo en demostrar al Teniente Coronel Matthew su superioridad
exigiéndole que jamás cuestione sus órdenes delante de otro oficial.
En cuanto a este nuevo
personaje, hay que destacar que Matthew se rebela contra Jessep en una de las reuniones
aunque éste sea su superior, llegando incluso a cuestionar sus decisiones.
Además, Matthew se marcha de Cuba cuando Kaffee está allí investigando y
aparece por sorpresa cuando el proceso está en marcha. Esta actuación indica
que no está orgulloso ni de lo que ha hecho, ni de lo que está haciendo en esos
momentos. Él es un buen militar pero tiene una concepción más amplia de la
justicia que Jessep y por eso acude a Kaffee y cuenta lo que realmente sucedió,
aunque lo hace con ciertos remordimientos al sentir que traiciona todos esos ideales
que defendió desde que ingresó en el ejército y por eso se suicida antes de
testificar en el juicio.
Jessep aprueba
extraoficialmente la práctica del código rojo, lo que significa que defiende
que los problemas se solucionen dentro de cada unidad del ejército. Por lo
tanto, para él la única justicia válida y aplicable es la que se otorga dentro
del propio ejército y no la que administran los Jueces y Tribunales que no le
merecen ningún tipo de respeto o confianza. Es por ello que en la escena final
del juicio, al estar sometido a la jurisdicción bajo las órdenes de un Juez, Jessep
se pone nervioso porque por primera vez tiene que cumplir órdenes de alguien y
se siente inferior.
En cuanto al marine
asesinado, William T. Santiago, éste no se siente identificado con las reglas
de funcionamiento de la marina y se salta la cadena de mando para pedir un
traslado. Sin embargo, sus asesinos Harold Dawson y Louden Downey siguen las órdenes de sus superiores creyendo
que son justas, pero en realidad no se plantean si dichas órdenes son correctas
o no, sino que simplemente no las cuestionan. Para ellos, lealtad y obediencia son
premisas propias del régimen militar y el honor es lo más importante. Solo
responden a preguntas directas de su abogado Kaffee, lo que significa que no
cuentan lo que no se les pregunta (aunque sea importante para el caso) y que no
tienen confianza absoluta con su abogado, lo cual es trascendental para ganar
el caso. Aceptan haber aplicado un código rojo a Santiago que se saltó la
cadena de mando y por ello creen que se merecía una lección para enseñarle a
pensar en su unidad antes que en sí mismo. Su concepción de la justicia se
corresponde con un Código de principios: “Unidad, cuerpo, Dios, patria”.
Además, se consideran inocentes porque han cumplido órdenes de sus superiores y
prefieren ir a la cárcel antes que licenciarse con deshonor.
Finalmente,
Daniel Kaffe (Tom Cruise) y Joanne Galloway (Demi Moore) son los abogados
militares que defienden a Dawson y Downey. Ambos son idealistas y se
complementan (ella tiene mucha experiencia y él es ingenioso) y tienen espíritu
de equipo. Hay compañerismo entre ellos porque saben sacar lo mejor el uno del
otro (ella sabe que él puede hacer las cosas mejor y por eso Kaffee cambia su
forma de actuar y decide defender la causa de sus clientes).
Él
conoce perfectamente el Derecho procesal y los formalismos, aunque no le
importa mucho la justicia material, sino que es más bien práctico. Hace un año
que salió de Harvard que es una institución totalmente contraria al ejército y
por eso sus códigos le causan risa. Kaffee ha llevado un total de 44 casos en 9
meses negociados con éxito, pero lo singular es que no ha llegado a juicio
hasta el momento sino que los litigios terminaron de forma extrajudicial. Consigue
un acuerdo para que sus clientes solo pasen 6 meses en la cárcel y se siente
orgulloso. Dice que “solo sabe de leyes” (sabe que es inteligente y bueno en su
trabajo y está orgulloso de ello) y solo le importan las victorias de sus juicios
y no tanto defender la inocencia de sus clientes. Dice que “solo importa lo que
puede probar”, no lo que crea sobre la inocencia de sus clientes. Lo que más le
interesa es su éxito profesional antes que probar que sus clientes tienen
causa. Sin embargo, finalmente en el juicio hace un alegato de inocencia. Esta
es la primera vez que está en un tribunal, ya que anteriormente siempre había
llegado a acuerdos prejudiciales. Es el líder del grupo de la defensa y se pone
en el lugar de los marines para intentar demostrar que estos actuaron
correctamente porque cumplieron órdenes de un superior. Sin embargo, es un poco
pesimista y cree que perderán el caso. Demuestra que el hecho de que no se
regulen los códigos rojos en ningún código de leyes no hace que estos sean
inexistentes, tratándose de un uso o costumbre de los marines. Finalmente
consigue que Jessep confiese y se siente realizado como abogado defensor.
En
cuanto a Joanne Galloway (abogada de Downey), hay que apuntar que es exigente
y responsable y que se toma muy en serio su trabajo. Al principio supervisa
constantemente a Kaffee para asegurarse de que los acusados van a ser
defendidos por una persona competente y como Kaffee no le inspira mucha
confianza, consigue una autorización para convertirse en la abogada de Downey. Ella
cree que cualquier ámbito del poder es enjuiciable y por ello trata a Jessep
como a uno más, haciéndole preguntas sin tener en cuenta la posición que
ostenta éste último. Sigue por tanto en la línea de la defensa sin importar
quién está delante. Por otro lado, critica a Kaffee porque éste quiere
abandonar la defensa. Quiere evitar que Kaffee se retire y pida que se designe
a un nuevo defensor porque se da cuenta de que, en realidad, Kaffee ha demostrado
ser una persona muy competente. A pesar de todas estas cualidades, en el juicio
pone de manifiesto su falta de profesionalidad cuando el juez deniega su
petición e insiste diciendo “protesto enérgicamente”. Sus compañeros de equipo
le recalcan que se protesta una vez pero no se insiste porque así se demuestra
la inseguridad de la defensa.
Por otra parte,
Galloway se preocupa mucho por el bienestar de sus clientes y admite que confía
en los marines porque velan por la seguridad de los norteamericanos, lo cual
denota que es patriota y que tiene una concepción ideal de la justicia. Además,
está orgullosa de sus logros y no deja de informar a Kaffee sobre su currículum
para que éste piense que es una buena jurista.
No hay comentarios:
Publicar un comentario